Certificado de eficiencia energética: Qué es y para qué sirve
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El certificado de eficiencia energética es una herramienta esencial para medir el rendimiento energético de inmuebles, garantizar su sostenibilidad y, en muchos casos, cumplir con la normativa vigente. En este artículo, exploramos qué es, qué incluye, cuándo es obligatorio y todos los detalles necesarios sobre su obtención y duración.
[Artículo actualizado en diciembre de 2024]
La certificación energética ha adquirido un protagonismo creciente debido a la preocupación por la sostenibilidad y el medio ambiente.
Este proceso no solo se ha convertido en un requisito obligatorio en algunos casos, sino que también ofrece numerosas ventajas y beneficios para las empresas que deciden comprometerse con la eficiencia energética y la responsabilidad ambiental.
Una de las razones fundamentales por las que el certificado de eficiencia energética o la certificación energética ha cobrado importancia radica en la creciente conciencia sobre la necesidad de reducir el impacto ambiental de las actividades humanas. La sociedad actual valora cada vez más a las empresas que adoptan prácticas sostenibles y muestran un compromiso real con la protección del medio ambiente
El certificado de eficiencia energética (CEE) es un documento oficial que evalúa y clasifica el consumo de energía de un edificio, empresa o vivienda. Este informe identifica el nivel de eficiencia energética del inmueble y ofrece recomendaciones para mejorarlo. El objetivo principal es fomentar el ahorro energético y reducir las emisiones de carbono.
El certificado de eficiencia energética contiene una serie de elementos clave:
El etiquetado energético es un sistema introducido en el mercado en 1994 para fomentar un consumo energético más eficiente tanto en hogares como en empresas. Gracias a su implementación, se ha reducido en un 10% el consumo de energía primaria en la Unión Europea, ayudando a los consumidores a ahorrar dinero y promoviendo el desarrollo de productos más sostenibles por parte de las empresas. Actualmente, el etiquetado es reconocido por el 95% de los ciudadanos europeos, quienes lo consideran un factor determinante al elegir productos.
La etiqueta energética clasifica los productos según su eficiencia mediante una escala de colores y letras que van desde la A (mayor eficiencia) hasta la G (menor eficiencia). Esto permite a los consumidores comparar productos similares, no solo en aspectos como precio o características técnicas, sino también en términos de impacto ambiental, consumo energético y otros parámetros, como el consumo de agua.
El etiquetado también incluye códigos QR que ofrecen acceso directo a información detallada sobre el producto, mejorando la transparencia y fomentando un consumo más informado y responsable.
Desde 2021, la Unión Europea ha reestructurado el sistema de clasificación energética con el objetivo de adaptarse a los avances tecnológicos y simplificar las opciones para los consumidores. Este "reescalado" ha eliminado las categorías A+, A++ y A+++, reorganizando la escala para que los productos más eficientes ahora se clasifiquen nuevamente entre A y G.
Este cambio también ha introducido nuevas normativas de ensayo que reflejan de manera más precisa el uso real de los productos en el inmueble. Por esta razón, un electrodoméstico, por ejemplo, que anteriormente estaba clasificado como A+++ puede aparecer ahora con una calificación inferior, como B o C. Es importante señalar que no existe una correspondencia directa entre las antiguas y nuevas etiquetas, lo que refuerza la necesidad de comprender el nuevo sistema para tomar decisiones de compra informadas.
Para entender mejor las diferencias entre ambas etiquetas y cómo afecta al consumidor, en la representación visual comparativa de abajo se detallan las características principales de cada sistema:
El certificado no solo cumple una función normativa, sino que también ofrece numerosos beneficios:
El certificado de eficiencia energética es obligatorio en los siguientes supuestos:
Existen excepciones en los que no es obligatorio disponer del certificado de eficiencia energética, como:
El proceso para obtener el CEE consta de los siguientes pasos:
En cuanto al precio para obtener el certificado de eficiencia energética, el coste puede variar según factores como la ubicación, los metros cuadrados del inmueble y las tarifas del técnico encargado. En general, el precio medio oscila entre los 60 y los 100 euros para viviendas estándar, aunque pueden ser más elevados para inmuebles de mayor tamaño o complejidad.
El certificado de eficiencia energética, así como la etiqueta energética, tienen una validez de 10 años, excepto cuando la calificación energética es G en edificios registrados desde junio de 2021, en cuyo caso la duración se reduce a 5 años. Pasado este plazo, es necesario renovarlo para mantener su vigencia.
El certificado de eficiencia energética se ha convertido en una herramienta muy importante tanto para cumplir con la normativa como para fomentar prácticas responsables y sostenibles. Ya sea que desees vender, alquilar o mejorar tu inmueble, este documento no solo aporta transparencia, sino que también abre la puerta a un futuro más eficiente y respetuoso con el medio ambiente.
En Polaroo, hemos visto cómo la gestión eficiente de los suministros básicos puede marcar una gran diferencia para quienes buscan optimizar recursos y reducir su impacto ambiental. Un claro ejemplo de ello es Irene Noguera, Executive Assistant, del equipo de administración en EPI Industries, quien nos contaba cómo antes de 2021, el análisis del consumo energético requería introducir manualmente datos factura por factura, un proceso que podía tomar días. Ahora, gracias a nuestra solución, es cuestión de minutos obtener toda la información necesaria para calcular la huella de carbono y gestionar la sostenibilidad de forma efectiva. Puedes leer el testimonio completo en: EPI Industries y la centralización y el control de datos para una gestión eficiente y sostenible de los suministros
Historias como la de EPI nos motivan a seguir ofreciendo herramientas y servicios que simplifiquen la gestión energética de inmuebles, ayudando a empresas a ahorrar tiempo y recursos, mientras avanzan hacia un modelo más sostenible y eficiente.
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