Alcanzar el cero neto en espacios de trabajo flexibles: Guía para operadores de oficinas y coworkings


Los espacios de trabajo flexibles tienen una oportunidad única de liderar la transición hacia el cero neto mediante prácticas sostenibles que no solo reducen su huella ambiental, sino que también mejoran el bienestar de los usuarios, fortalecen la marca y optimizan la rentabilidad. Herramientas como Polaroo pueden ser aliadas clave para digitalizar procesos, controlar consumos y facilitar esta transformación de forma eficiente.
Imagínate entrar en una oficina donde todo está pensado para cuidar el planeta: desde la luz que te ilumina hasta el aire que respiras. No es ciencia ficción. Es el presente (y el futuro) de los espacios de trabajo flexibles.
Un informe de la Global Alliance for Buildings and Construction (GABC) estima que los edificios son responsables del 28% de las emisiones globales de GEI. En este contexto, las empresas que apuestan por la sostenibilidad no solo están haciendo lo correcto para el planeta; también están construyendo marcas fuertes, saludables y preparadas para el futuro.
Los espacios de trabajo flexibles, con su naturaleza adaptable y dinámica, ofrecen una oportunidad única para adoptar prácticas sostenibles y alcanzar cero emisiones netas. Según un estudio de la consultora Savills, los espacios de trabajo flexibles pueden reducir las emisiones de carbono hasta en un 40% en comparación con los espacios de trabajo tradicionales.
El cero neto se refiere al equilibrio entre las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y su eliminación de la atmósfera. En el contexto de los espacios de trabajo, esto significa crear edificios que sean energéticamente eficientes, utilicen fuentes de energía renovable y reduzcan al mínimo el consumo de agua y residuos. De esta manera, el impacto ambiental de tus oficinas puede ser nulo o incluso positivo.
El bienestar y la sostenibilidad no son conceptos aislados. De hecho, están estrechamente relacionados. Los espacios de trabajo que priorizan la sostenibilidad suelen ser más saludables y agradables para los ocupantes. Por ejemplo, la luz natural, la ventilación adecuada y el uso de materiales ecológicos pueden mejorar la calidad del aire interior y la salud general de los empleados.
Desde coworkings hasta oficinas híbridas, los espacios flexibles están en auge. Pero lo realmente revolucionario es cuando se diseñan con criterios de sostenibilidad. Ahí es donde ocurre la magia: dinamismo y conciencia ambiental en perfecta armonía.
Ya sea que gestiones coworkings, oficinas privadas en alquiler, hot desks o incluso espacios híbridos, existen estrategias concretas que puedes aplicar hoy mismo para avanzar hacia el cero neto. Con las acciones adecuadas, cualquier espacio de trabajo flexible puede reducir su huella ambiental sin sacrificar rentabilidad ni experiencia del usuario:
La eficiencia comienza con la infraestructura. Un diseño inteligente ahorra energía y reduce emisiones. Invierte en materiales sostenibles, aislamiento térmico de alto rendimiento y sistemas de iluminación LED.
Implementar medidas para reducir el consumo de energía, como el uso de electrodomésticos eficientes, sensores de movimiento y termostatos inteligentes, también marca la diferencia. Menos consumo, más eficiencia.
Los paneles solares, turbinas eólicas y sistemas geotérmicos ya no son exclusivos de grandes corporaciones. Hoy, son accesibles para coworkings y espacios flexibles.
Utiliza techos solares o acuerdos con proveedores de energía verde. Así garantizas electricidad limpia y reduces tu huella de carbono desde el primer día.
Con el servicio de Polaroo, puedes comparar y seleccionar fácilmente el mejor proveedor verde para tus necesidades. Además, nos encargamos de todas las gestiones con los proveedores, ahorrándote tiempo y garantizando condiciones óptimas.
Instala grifos y sanitarios de bajo consumo, utiliza sistemas de recogida de aguas pluviales y promueve prácticas de ahorro de agua entre los ocupantes.
Un plan integral de residuos es clave. Separación en origen, reciclaje y compostaje son prácticas básicas pero efectivas. Involucra a los usuarios con señalización clara y puntos de reciclaje visibles.
Además, digitaliza procesos para reducir el uso de papel y materiales desechables. Cada decisión cuenta.
Las herramientas digitales permiten medir en tiempo real el consumo y las emisiones. Plataformas de gestión energética y sensores IoT ofrecen datos valiosos.
Con soluciones como Polaroo, puedes centralizar y digitalizar todas las facturas de suministros. Esto te permite visualizar y controlar tu consumo energético de forma clara y sencilla.
Con esta información, puedes ajustar estrategias, anticipar picos de consumo y tomar decisiones informadas para reducir aún más tu impacto.
Facilita el uso de bicicletas y transporte público. Instala estacionamientos para bicicletas, puntos de carga para vehículos eléctricos o bonificaciones para quienes compartan coche. Incentivar alternativas sostenibles reduce tu huella de carbono indirecta.
El cero neto no se logra solo con tecnología. Es esencial involucrar a quienes usan el espacio. Crea campañas internas, incentiva el uso de transporte sostenible y premia comportamientos ecológicos.
Promover hábitos responsables, multiplica el efecto de tus acciones y crea una comunidad comprometida.
Una vez implementados, publica tus avances. Transparencia y datos reales generan confianza. Crea informes sostenibles, dashboards públicos o campañas en redes sociales. Muestra el impacto que estás logrando. Cada paso cuenta y debe compartirse.
No tienes que hacerlo todo solo. Colaborar con asesores en sostenibilidad, arquitectos verdes, ingenieros energéticos o soluciones como Polaroo, pueden ayudarte a acelerar la transición.
Ellos te ayudarán a identificar mejoras, acceder a certificaciones como LEED o BREEAM y maximizar el retorno de cada inversión ecológica.
En España, hay varios ejemplos de espacios de trabajo flexibles que están adoptando prácticas sostenibles con éxito. Un caso notable es el de Impact Hub Barcelona, que ha implementado una serie de medidas para reducir su consumo de energía y agua, como la instalación de paneles solares y la utilización de grifos y sanitarios de bajo consumo.
Otro ejemplo es el de Mindspace Madrid, que ha obtenido la certificación LEED Gold por su compromiso con la sostenibilidad. Este espacio de trabajo flexible cuenta con un sistema de gestión de la energía inteligente, iluminación LED y un sistema de recogida de aguas pluviales.
Alcanzar el cero neto en espacios de trabajo flexibles es un desafío, pero también es una oportunidad para crear espacios de trabajo más saludables, sostenibles y eficientes. Los propietarios y operadores que adopten prácticas sostenibles estarán mejor posicionados para atraer y retener a los mejores talentos y contribuir a un futuro más sostenible.
1. ¿Qué significa “cero neto” en una oficina?
Es lograr un equilibrio entre las emisiones de gases contaminantes generadas y las eliminadas o compensadas.
2. ¿Cómo puede un coworking volverse más sostenible?
Aplicando medidas como energía renovable, gestión de residuos y optimización de servicios con herramientas como Polaroo.
3. ¿Cuánto cuesta implementar cambios sostenibles?
Depende del tamaño y tipo de espacio, pero muchas medidas se pueden hacer con bajo presupuesto y se amortizan rápido.
4. ¿Polaroo solo gestiona energía?
No. Polaroo gestiona todos los servicios del espacio de trabajo (luz, agua, internet…) y los optimiza en un solo lugar.
Nuestras tarifas de servicio se pagan solas con el ahorro de tiempo y dinero generado al usar Polaroo.